La actualmente profesora de música de
nivel infantil de la Escuela Francisco Javier Marciales (FJM), Alba Alarcón, es
parte de la cuna de artistas de Junín, quien comenzó a sentar las bases de su
pasión, en el Sistema Nacional de Orquestas a la edad de 12 años, en Alma
Llanera, Rubio, con la ejecución de mandolina, luego de haber decidido entre
este e instrumentos como la guitarra y el cuatro, precisó que las practicas
eran en la cancha de la Escuela Granja Marco Tulio Rodríguez, las partituras
las colocábamos en la mesa porque no contábamos con atriles”.
Pero, no pasó mucho tiempo para que
descubriera su camino en el que hoy se mantiene, la percusión, pues posterior a
6 meses en mandolina, comenzó con los timpanis, pues se enamoró de la percusión
al apreciar el Ensamble Titán, bajo la dirección de Antony Pérez.
En 2013, asistió al seminario clases
de percusión, con maestro José Alberto Márquez, del Conservatorio de la
Universidad Simón Bolívar.
Como integrante del sistema nacional
de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, a cargo de Giovanny
Bonilla, llegó a ser profesora de música a nivel infantil, producto del
convenido Centro de Acción Social por la Música, entre el Sistema Nacional de
Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela - Escuela de Música Francisco
Javier Marciales.
Hoy por hoy, este opera únicamente en
la Escuela FJM ubicada en Rubio, como Kinder Infantil, en beneficio de 30 niños
divididos en grupos de edades tres y cuatro años, allí son capacitados en la ejecución
de flauta dulce, xilófono y banda rítmica que comprende: pandereta, maracas y
sonajeros, muchos de estos elaborados con reciclaje por los propios infantes.
Alba Alarcón es integrante además del
grupo de música llanera (conformado por cinco mujeres) de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador, y del Pequeño Ensamble de la Coral de
Cámara, de ese mismo recinto donde a su vez estudia el cuarto semestre de
educación musical.
Rememoró que para ser estudiante de
educación musical debió tomar decisiones, pues en un principio quería seguir
los pasos de su madre, quien es médico “mi opción era estudiar medicina, pero
al final mi mamá que veía la música como un pasatiempo terminó
apoyándome, supo que era en serio”.
“El camino de cuidar y servir
lo encontré en la música”, recalcó la Upelista, quien además enfatizó que
cuando decidió estudiar música quiso ser especialista en esa rama, pero
entendió con el transcurrir del tiempo y la adquisición de conocimientos en la
carrera que cursa, que era fundamentan conocer mucha razones que hoy le sirven
para entender a los niños que instruye “Las primeras clases fueron un desafío,
fui profesora a los 14 años, pero luego de capacitarme fue mejor, me enamoré de
los niños, y gracias a la educación musical hora entiendo muchos por qué”. (Prensa
Dirección de Cultura de la Alcaldía de Junín/CH.M).
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